Me acuerdo mucho de mi abuelo materno. La verdad es que siempre fue de esos abuelos que quieres tener, por lo que sonríen, por la de bromas que te hacen y en mi caso por lo que siempre me motivaba, por lo mucho que me enseñó.
Fue quien me enseñó jugar al ajedrez y quien me enseñó a perder. A perder porque no recuerdo que me dejara ganar ni una partida y por supuesto nunca se la gané. Siempre que ves un niño te quedas con la duda de qué es mejor para que aprenda, que le dejes ganar alguna vez o que pierda siempre y con eso que aprenda, que luche.
Y la verdad es que cuando ya han hecho unos años desde su muerte no puedo acordarme más de todo lo que perdí con él pero también de todo lo que aprendí. Me enseñó cada movimiento del ajedrez, siempre con ese tablero que él mismo construyó, que solo con él podía tocar y que hoy tengo como regalo, tantos años después de su marcha.
Y hace unos días me he acordado mucho de él, mucho. Me encontré este dibujo que me hizo, esta historia que ya es un mantra para mi, que siempre recuerdo. Parece que de pequeño no me gustaba llevar tirantes. Supongo que es de estas cosas que las madres tienen y mi madre era de tirantes siempre, cinturón nunca. Para mi debía ser un tema recurrente porque mi abuelo, que además de buen abuelo te hacía un dibujo en un segundo, me animaba a llevarlos con un «Los niños que llevan tirantes llegan antes y el niño que lleva cinturón es un bobalicón»
Y hoy solo escribo estas líneas para recordarle y para con esto acordarme de que esto consiste en pelear, en ganar o perder pero en pelear. Si no luchas, si no llevas tirantes te conviertes en bobalicón y claro, pierdes al ajedrez.
Preciosa entrada Iñaki. Seguro que a tu abuelo también le ha encantado
Lástima que no te dejara ganar nunca. Nada motiva más a un niño que el éxito. Felicidades por el post. Trasmite muy bien los sentimientos y recuerdos que todos tenemos de nuestros abuelos.
Iñaki, me ha gustado mucho.
Un saludo.
Excelente ensenanza te dejo de herencia tu abuelo para tu futuro y el de tus generaciones futuras….Saludos.
A mi me llamaba Segismundo.Era un gran hombre y cada vez que uso su ampliadora Leica me acuerdo de el. Gracias abuelo!
Recuerdo muy bien esto que cuentas… De hecho lo uso a veces… Los niños con tirantes, llegan antes.
En tu caso Iñaki, creo que aplica tambien muy bien aquello de Pasteles en el Cine…
Bss
Muy emotivo el post Iñaki, me ha gustado mucho.
Un abrazo desde Valladolid!
Me encanta tu historia, mis abuelos también han marcado mucho mi vida y recurro a sus palabras muchas veces, aunque yo era una niña mi abuela también me ponía tirantes porque era delgadita y con el cinturon al final también se me caian los pantalones.
!maravillosos abuelos!
Iñaki,
Un post muy bonito. Un fuerte abrazo
Mikel (tu vecino de Madroños)
¡Gracias por compartir tu historia!
No sabía que «los niños que llevábamos tirantes en otros tiempos, llegaremos antes». 😉
Yo también era niña de tirantes. Los míos eran unos, color azul marino para el uniforme escolar, y los otros, con frutas y estrellas para los días no escolares.
Un abrazo
Me ha gustado muchísimo este precioso homenaje que has hecho a tu abuelo materno. Me ha emocionado. Lo he leído y releído. He mirado y remirado su dibujo. Como padre también era igual. Y por igual quería a todos sus hijos. También tenía +30 con respecto a mi, es decir +60 que tu. Así que tu con 4 ya llevabas tirantes. Yo aun me los pongo, pero porque la barrí guilla me obliga.
Espero que ya ganes al ajedrez alguna vez. No en vano tuviste al mejor maestro.
Gracias por emocionarme.
A tu abuelo no tuve el gusto de conocerle, pero en cambio si compartimos algunas cosas en aquella lejana clase A (todavía me acuerdo de aquellas cuerdas de peonza blancas y negras, o de las cartulinas con estrellas de Miss Anabel, o de las «pistolas»-bolígrafo, o de las banderas del Iter Sopena, o de … otras muchísimas cosas).
Enhorabuena por el blog Iñaki y gracias por entradas como ésta que hacen que tanta gente te siga y te admire. Un abrazo.
Grandísima historia!!. Enhorabuena, por el post… y por tener un abuelo así.