¿qué herramienta ha evolucionado menos desde que conocemos Internet? Para mi claramente el mail, perdemos muchísimo tiempo cada día… ¿O tu no lo pierdes?
Y por eso, y porque me organizo relativamente bien con gmail, preparé hace mucho una presentación mala sobre trucos varios de cómo gestionar mejor el correo electrónico. La presentación la usaba para compartirla con el equipo de coches y para que fuéramos todos más eficientes. Time is money.
Hoy la comparto, sin más intención que echarte una mano si usas Gmail, Chrome, etc. Seguro que hay muchas cosas que se pueden complementar ¿me sugieres más trucos?
La semana pasada quedé a comer con una persona que me decía que en algún momento tendría sentido montar su empresa. Hoy tiene 32 años.
Y hablamos un rato de si sabía que eso era un sacrificio de mucho tiempo, que lo normal era que no saliera, que lo normal era pasarlo mal y que si le saliera al menos sería con 42 años, que tenía que llover mucho. Que su vida no sería fácil.
Y recordé este post tan obvio que escribí un día. Y hay que recordarlo porque la gente se olvida.
Y también recordé lo duro que ha sido esto para mi.
Corro desde mucho antes que al correr le llamaran running. Mucho antes que las crisis de los cuarenta llenara de «marathoners» y «iron men» las calles de nuestras ciudades…
No en vano mi primer maratón lo hice en 1997 con 21 años. Cosas que tenía uno, éramos deportistas y lo hicimos. Porque si. Sin vaselina y sin moda. Con unas zapatillas reguleras, sin reloj de correr, con dos pelotas.
Y ahora que ha pasado el tiempo y ahora que «está de moda» todos los que no corren te preguntan por qué, queriendo entender qué hay detrás. Por qué ellos no y tu si.
Al correr creo que no hay que buscarle muchas vueltas. Es fácil, te gusta o no te gusta, sin más. Si te gusta corres mucho, si no lo dejas. Y eso no quita que en cada inicio de cada maratón uno piense lo de «¿Qué coño hago yo aquí?» pero que quede contrarrestado en el final, con un «¿Cuándo es el siguiente»?. No quita que duela pero quieras más, no quita que cada vez que te levantas a las seis de la mañana, cuando es de noche en Madrid te tengas que acordar de Rise and Shine, ese pedazo vídeo que me sigue poniendo la piel de gallina.
Y no es que quiera responder a esos que te preguntan por qué cuando no se puede. Pero estos días tengo un motivo adicional para correr, para tratar de hacer un reto distinto. La Intermón Trailwalker del próximo cinco de julio. 100 kilómetros duretes por la Sierra de Madrid, en equipo y con un máximo de 32 horas de camino que deberemos completar los cuatro integrantes del equipo a la vez.
Puestos a responder por qué correr esta carrera fue, también, porque si. Vi la primera Trailwalker, la que ya se había hecho en Girona y me pareció muy chula. Correr para recaudar dinero para proyectos de Intermón, aglutinando un mínimo de 1.500 euros y hacerlo en compañía de gente que te quisiera acompañar, amigos, compañeros de trabajo, socios, familiares, alguien… Alguien porque al principio me costó encontrar gente. En la ofi de coches me decían que estoy loco y por mucho que preguntara a mi alrededor no era fácil.
Hasta que di con mi equipazo, hasta que me dijeron que si Sergio, Ricardo y Eloy. Socio, amigo de socio y primo, una mezcla rara pero perfecta, alineada a tope para disfrutar en el camino y para de paso tener y poder dar un motivo. Recaudar dinero para proyectos como estos.
Con lo que lo dicho. Ya tengo un motivo más y claro, estas líneas son también para animarte a si quieres, que aportes a esos proyectos. Que apoyes desde este link a nuestro equipo. Cuanto más dinero mejor, correremos más felices, con más motivos.
No soy el mejor fundador ni el mejor CEO, ni ejemplo en casi nada pero a veces uso estas líneas, que son mías, para contar cosas que hago. Por si ayudan.
En las empresas a veces falta comunicación. Pequeñas, medianas y grandes, da igual el tamaño. Y no tiene por qué ser por opacidad sino que muchas veces la velocidad hace que no se cuente todo lo que se debería contar, o al menos lo que el empleado querría escuchar. Números de la empresa, objetivos, por qué se hacen unas cosas y otras no…
Y eso trato de solucionarlo una vez al mes con lo que llamo Aló Presidente, programa del que seguro que alguna vez escuchaste por las cosas curiosas que pasaban en él.
Fácil: Primer miércoles del mes, diez de la mañana. Aquí el Subcomandante Arrola se invita a desayunar en la oficina, ordenador abierto, una hora y media para que quien quiera de la oficina venga a hablar de lo que quiera, de negocio o incluso de mí personalmente, de política, de fútbol, de… Y cuando digo hablar de lo que quiera es dando todos los datos que sean necesarios de la empresa, trasparencia total.
Al principio miedos, dudas, qué voy a decirle al jefe. Pero lo normal es un desayuno trasparente en el que viene gente aunque sea a hacer la broma de «yo solo vengo a comer». Y queda ponerte a disposición de lo que surja en cada momento con todos los que se acercan.