Es incomprensible que haya pasado media noche y esté corriendo a 4:45 min/km siguiendo en la oscuridad la estela que deja el frontal de Sergio.
Incomprensible es que después de casi 100 kilómetros de carrera vaya casi tan rápido como cuando corro un día normal por el Retiro.
Pero también era incomprensible que corriéramos 103 kilómetros cuando algunos miembros del equipo aún no habían corrido un maratón.
Ni que lo hiciéramos durante más de 16 horas con un desnivel positivo de 1.728 metros.
Y no tenía sentido que Sergio, Ricardo y Eloy corrieran a esas alturas lesionados. Que corrieran, no que anduvieran.
Ni tenía mucho sentido que el equipo fuera el cuarto de la clasificación general ni que yo llegara el undécimo.
Pero el cuerpo se adecúa a todo y de verdad, nada es imposible y más cuando es por una buena causa.
Gracias Chema por la organización de tu maravillosa gente, una grandísima experiencia.
Espero que el año que viene sigamos corriendo por imposibles. Como lo que dicen que es vuestro trabajo en Intermón.
Enhorabuena Iñakito!! Vaya crack..!!