El pasado miércoles 23 Enrique Dans me dio la oportunidad de participar como ponente en lo que dentro del Instituto de Empresa se denomina IE Tech Startup. Se trata de un electivo que Enrique ha desarrollado dirigido a los alumnos del International MBA y que titula «Managing the tech startup».
La idea del curso es basicamente que sea práctico. Que alumnos internacionales (veintidós nacionalidades en concreto) escuchen la experiencia emprendedora de emprendedores que Enrique invita para charlar sobre un tema en concreto. Cada encuentro tiene carácter bidireccional y en cada uno Enrique anima a los alumnos a que compartan sus experiencias en sus blogs y que lo hagan también vía Twitter y demás medios sociales. Como muchos de ellos están empezando a emprender el valor de escuchar experiencias de primera mano enriquece inmensamente a quien está empezando (y por supuesto al que como yo le toca estar en la pizarra).
La experiencia fue magnífica y, como en muchas cosas, me sentí pequeño al lado de otros ponentes que participan o participarán otros días. Hasta lo que Enrique ha publicado han pasado o van a pasar por la clase Julio Alonso (fundador de Weblogs SL), Jorge Mata, Jesús Encinar (Idealista, 11870) Bernardo Hernández (Tuenti, Stepone), Gabriel Aldámiz-Echavarria (Chicisimo)…
Al terminar la clase me quedé con sabor dulce pero también con algo de amargor. La parte dulce es obviamente la propia experiencia, y eso que fue en inglés que cada día voy perdiendo. Lo obvio y lo dulce, aunque no por ello quiero dejar de volver a transmitirlo, es valorar la labor de Enrique y del Instituto de Empresa que cada día demuestran por qué están donde están. Lo no tan obvio y un poco amargo es tratar de pensar qué tiene que cambiar para que en los colegios y en las universidades españolas consigamos estar a la altura de nuestras escuelas de negocio que por algo están a la vanguardia de muchas clasificaciones mundiales.
¿Es que no nos damos cuenta que quizá el mayor problema nacional es un problema de fondo de educación hacia abajo? ¿Es que no vemos que tenemos que fomentar un sistema educativo distinto que prime la practicidad y no tanto el empollar por empollar? Entiendo que el «empollar» aporta algo más que aprender cosas de memoria, es una disciplina para hacer las cosas pero ¿dónde está la práctica de la Universidad? Y lo que llaman práctica ¿lo es de verdad?
Desde pequeño he valorado, porque me lo han inculcado, el esfuerzo y el que las cosas se ganan por algo y de las pocas cosas (métodos) lectivas que me acuerdo de colegio (Jesuítas) y universidad (CEU) es de empollar, poco de vida práctica. Queremos montar una sociedad con valores desde unos colegios y unas universidades en los que para mi ya no prima el esfuerzo y donde cada vez es más fácil aprobar y donde el pobre profesorado, que es machacado hasta físicamente, enseña mucha teoría y poca práctica.
Lo malo es que esto es culpa de nosotros como sociedad representada en unos políticos fuera de juego con unos intereses propios y que no piensan en futuro sino en como mucho largo plazo de legislatura. Ni que decir que esos políticos poca necesidad verán de estudiar y de que la educación sea práctica cuando muchos de ellos no han estudiado nada aparte del colegio y su único bagaje profesional es el político y no el empresarial.
¿Tú que piensas? ¿Hay salida? Yo creo que si pero hay que remar ¡mucho!
Vayamos un paso más allá.
¿Has pensando en alguna ocasión que el motivo por el cual no reformamos la educación es porque se ha instalado un sentimiento colectivo de «no hay nada que hacer, va a seguir siendo mala»?
¿Pero de donde viene ese sentimiento? ¿Nos hemos planteado alguna vez como mina nuestra confianza en nuestro sistema educativo el que demos tanto bombo a los datos negativos del Informe PISA cuando también está repleto de datos más que positivos sobre ella?
El problema es que para tener algo de lo que hablar, siempre cortamos y nos quedamos con lo malo. Nunca hablamos de lo bueno de nuestro sistema educativo. Y así no hacemos más que erosionar la confianza en nosotros mismos y en las generaciones futuras.
Me parece muy interesante lo que se plantea en ésta reflexión. Estoy convencida de que la educación se puede reformar, superando varios muros que generan estancamiento.
La TV que se hace hoy, y la parte de la sociedad que es permeable a recibir de ella, genera personas con unos determinados valores entre los que creo que al final prevalece el corto plazo («vas a la TV, cuentas sobre tu vida o la de otros y te forras rápidamente»). La flecha no apunta a que aprenda a disfrutar de mi profesión y la enfoque a construir una sociedad mejor, porque el desarrollo profesional es también un camino de esfuerzo. Estar expuestos a la TV, sin poner filtro, es un muro a derribar para que la educación avance.
Pero me parece que hay otro muro también muy alto, muy difícil de saltar y es que a nuestros políticos les interese de verdad reformar la educación. En la psicología de la educación, la pedagogía, existen grandes expertos que podrían aportar muchísimo. Pero no parece que a los políticos les interese contar con generaciones de estudiantes que aprenden a analizar, a relacionar y a dar una respuesta de manera libre, lúcida, independiente… podrían convertirse en una masa de gente inmanejable (ingobernable?)
Además, en la educación, las innovaciones que se van incluyendo a veces es complicado que calen de forma inmediata. Hay un muro poco evidente pero real que me comentó hace poco una amiga que trabaja en un cole: las instituciones educativas suelen contar con profesionales que están allí «toda la vida». Llevan desde hace «X» años dando su asignatura de una determinada manera, así se la prepararon en su día y así lo siguen haciendo. Los cambios más profundos suceden despacio.
A mi también me pasa que algunas de las cosas más «chulas» de mi profesión las estoy aprendiendo después de licenciarme. Pero es que veo que eso también forma parte del «mercado» de la enseñanza- aprendizaje: si me lo dan todo en la carrera, al salir de ella no me matriculo ni en cursos ni en máster… y las personas que imparten esa formación, que además no es nada barata, pierden esa ganancia. También ésto es un muro que pone límites a lo que un profesor me cuenta, porque para saber más de eso, me dice, hay un curso de postgrado…
A pesar de éstos muros que limitan la educación, tengo confianza en que las cosas paso a paso mejoran. Tengo amigos que se dedican a la educación, y sólo con unos cuantos más como ellos, generaciones enteras de estudiantes habrán recibido algo diferente que influirá en que sean también un poco diferentes y un poco mejores.
Buenas Iñaki,
No sabes cómo entiendo tu postura. Coincidimos en alguna clase en la Universidad (CEU). Yo estudié el último año de la carrera en Utrecht (Holanda) y la educación era radicalmente distinta a la española. Básicamente se basaba en la investigación,en la práctica y en tener pocas horas lectivas. A nosotros nos parecía mucho más fácil aprobar que en ESP, y lo era, pero sobre todo era más práctico y mucho más útil de cara al mercado laboral. En aquel momento (1999) Holanda tenía un nivel de paro cuasi estructural (5%). A día de hoy tiene la menor tasa de paro en la UE (4%). Creo, y esto lo he hablado con muchos holandeses, que su principal baza en la competitividad es precisamente su nivel educativo. Mientras no establezcamos sistemas que han sido probados y resultado de éxito continuado en otros países, nada cambiará. Para eso lo primero que tenemos que cambiar es la actitud de padres y profesores. En fin, que tenemos una labor titánica por delante.
En el formulario tienes mi e-mail, por si te apetece un día tomar una birra y recordar tiempos universitarios!!. Felicidades por el blog y por el proyecto empresarial. Un saludo!!
Hola Iñaki :
Claro que hay salida, pero no es fácil.
Uno de los problemas que tu apuntas es el cortoplacismo de los políticos ! Yo creo que eso es un grave error.
Como ya publique en mi blog creo que las elecciones tendrían que ser cada 4/5 años y todas el mismo día: Municipales, Autonómicas, Generales etc.
Tras más de 30 años de democracia yo creo que todos sabemos distinguir las conveniencia de un voto u otro en función del destino de voto.
Si hiciéramos eso, aparte del importantisimo ahorro, los partidos políticos sabrían que tienen 4/5 años sin elecciones y en consecuencia sus decisiones no estarían mediatizadas por la estrategia electoral de los partidos.
Por otro lado está perfecto educar a los niños en las nuevas tecnologías, pero yo creo que también se les tendría que formar más en los valores, en la ética etc.
que es el modo de formar personas, tecnológicamente preparadas «off course», pero personas que puedan valorar y entender las diferencias que se siguen produciendo en nuestro planeta !
Es mi opinión !!