Cenábamos hace unas semanas en casa de Iñigo e Isabel, Ignacio dormía, y hablábamos de muchas cosas, como siempre muy a gusto. Y salió el tema de viajes o no se por qué les conté qué era «El trato» de Atrapalo.com

Para los que no lo sepáis podéis visitar este site en el que explica lo que fue. Básicamente consistía en que durante el verano Atrapalo.com ofrecía un trato a todos sus clientes de viajes, vuelos, paquetes de vacaciones y demás con un sólo compromiso: Que no pagabas nada hasta la vuelta y que si por alguna razón pensabas que no debías pagar pues les explicabas por qué y ya está. Te saldría por el dinero que quisieras pagar.

Obviamente eran productos limitados en tiempo y en número por los que seguro que Atrapalo.com habría conseguido unos precios espectaculares pero el usuario disfrutaba su crucero, su hotel, su vuelo o lo que fuera por un coste «a elegir»

Lo importante al final es que Atrapalo.com consiguió una viralidad que no hubiera conseguido con una campaña publicitaria al uso y una tremenda imagen de marca. Yo no hubiera hablado en la cena de esto, en la oficina ni hubiera escrito este post con linking a sus sites (seguro que no les aporta mucho en Page Rank ;-))

Puede parecer que por estar más cercano a Marek Fodor, uno de nuestros socios, yo tenía más información y que la viralidad no era tal pero nada más lejos de la realidad. Me llegó como a un usuario más de su Web y por supuesto hice click en el mail que casi nadie hace cuando se le manda publicidad o newsletters.

Evidentemente ha tenido muchísimas repercusión en todo tipo de medios con sus consiguientes aportes adicionales de marca, linking, seguro que ventas… ¡y a un coste ínfimo para la empresa!

Con lo que sirva estas líneas para contároslo, para alabar el buen trabajo de Atrapalo que sigue demostrando ser un hervidero de medios de publicidad y marketing por encima de otros (no me olvido de los magníficos también atrapantes del año 2008). ¡Ah! Y que sepáis que han vuelto a abrir «El trato» y que está disponible de nuevo para quien quiera.

Otro día podríamos hablar de por qué nadie pagó y el que pagó fue casi nombrado hijo predilecto de Atrapalo.com 🙂