¿Para qué quieres ser emprendedor? ¿Quieres ser Mark Zuckerberg? ¿Y quieres serlo por crear un Facebook o por la vida de su fundador? ¿Qué quieres de la vida? Son preguntas que supongo que mucha gente se hace cada día porque más allá de la moda, necesidad, estilo de vida o como le llamemos al ser emprendedor debería ser el medio para llegar a un fin. ¿no? ¿O es que el propio fin es emprender y no hay nada más en la vida?
Como voy a usar el ejemplo de Facebook y de su fundador empiezo diciendo lo que no hace falta: Facebook para mi es una historia alucinante que ha cambiado en muchas cosas el mundo y las maneras de relacionarse y que no hay caso similar de éxito por ahora con su corta edad. Con eso un monumento a su fundador Mark Zuckerberg, a su empresa y a su manera de cambiar el mundo con un sueño.
Hablar de Mark Zuckerberg y de Facebook es mucho más fácil desde que salió «La Red Social» que no es otra cosa que la historia, por supuesto inconclusa de esa breve pero fulgurante historia. Cuando vi la película me encantó, cada papel tenía su aquel, se representaban muchos arquetipos de la sociedad, la entendía cualquier persona que no estuviera cerca del mundo de Internet, lo tenía todo… Pero ver al personaje de Mark Zuckerbeg te da para pensar un ratito. Y es que vi a una persona que no es persona sino que es un currante de sol a sol con una vida personal tan corta que no le permite ni saber hablar con una chica.
Si seguimos buscando referencias del bueno de Mark es fácil ir a la página de la Wikipedia que no hace ninguna referencia personal a lo que no es rabajo. Podríamos decir que es lógico porque tiene veintiséis años y porque la Wikipedia no suele saber nada de su vida personal pero ¿es por eso o es porque no hay nada más que Mark el fundador de Facebook?
Ahora vendrán los que dicen que el tío ya tiene capacidad de lo que sea con el dinero que tiene y que si ahora vendiera se podría dedicar a lo que quisiera. Yo no lo creo. Cuando no tienes más amigos que los millones de amigos que dice tu perfil de Facebook y tu vida se para cuando se cierra la oficina tienes un problema. Y tienes un problema porque aunque el dinero te de supuestamente amigos no te da los amigos de siempre y quizá ya sea tarde para recuperarlos.
En el caso de Mark hablo de amigos y no de familia porque puede que no haya lugar, porque no le ha dado tiempo a crearla pero ¿hablaba de sus padres o de sus hermanos la película o la Wikipedia?, porque existir existen, ¿no?
Me da la sensación de que de tanto ver casos de éxito no nos damos cuenta que vida solo hay una y que el riesgo de perderla por tu proyecto es muy muy alto. Cierto es que montar tu propia empresa requiere mucho esfuerzo pero para mi lo ideal es que sea en un plazo de tu vida determinado y sin llevarte por delante todo lo demás. Cierto es que no hay que comparar nada y que cada persona es un mundo pero oye, que hay que tener cuidado.
Al invertir en proyectos de otros te da una mayor visibilidad de saber de las vidas de la gente. Siempre quiero saber a qué «se dedican» en su vida personal mis socios y me parece clave verlo. Me gusta hablar con ellos de su casa, de qué dice su pareja de esto del emprendimiento, de qué hacen los fines de semana, de si cortan, de si duermen, de si ven la tele, de…
Y es que pienso mucho en qué se recordará de Iñaki Arrola cuando pase el tiempo, cuando yo no esté por aquí y me haya ido al cielo. ¿Se me recordará por mi proyecto de coches? Estoy seguro que no. Mi mujer, mis hijos y la gente que tuve alrededor me recordarán por otra cosas, espero que buenas, pero nunca por mi trabajo. Con lo que hasta aquí he llegado, si te sirve una recomendación te la regalo: Trabaja como un condenado pero que esa condena no te haga descuidar ese día a día que será por el que te recuerden los tuyos cuando ya no estés.
Hale, que tengas buen día, me voy a jugar con los niños 🙂